¿Enfermedades bucales más comunes?

¿Enfermedades bucales más comunes?

Existe una amplia variedad de enfermedades bucales y afecciones que pueden afectar la salud de nuestros dientes y encías. Los principales trastornos de salud bucodental son: caries dental, cánceres bucales, manifestaciones bucodentales del VIH, traumatismos bucodentales, labio leporino y paladar hendido. La mayoría de los trastornos de salud bucodental son prevenibles en gran medida y pueden tratarse en sus etapas iniciales.

Si bien no todo el mundo va a padecerlas, sin embargo existen ciertas enfermedades bucales más comunes que otras. Por ello, tienen una alta prevalencia entre la población y son más propensas a desarrollarse en algún momento de nuestra vida.

Si quieres saber a qué enfermedades dentales nos referimos y cómo puedes tratarlas, no te pierdas este artículo.

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Las enfermedades bucodentales más comunes

CARIES. La acción de las bacterias existentes en la boca puede destruir el esmalte y la dentina. De ahí que se produzcan las temidas caries, uno de los problemas más comunes que nos llevan a la clínica médico dental. Es bastante frecuente y pueden aparecer a cualquier edad. Para tratarla, hay veces que hay que hacer una endodoncia, aunque también puede ser necesaria la extracción del diente en caso de estar muy afectado. Para prevenirla, lo mejor es una buena higiene bucodental y, también, es importante una dieta equilibrada, que no sea rica en hidratos de carbono, no fumar y mantener una revisión periódica con el especialista.

PERIODONTITIS. Las enfermedades periodontales tienen en muchos casos su origen en la mala higiene dental, sin embargo, hábitos como el tabaquismo también pueden provocarla. Es una placa bacteriana que hay que eliminar y, para ello, se procede a su control con limpieza, hasta raspaje y curetaje periodontal, aislado radicular o cirugía en aquellos casos concretos de bolsas profundas. También se procede, cuando así se estima necesario, a la extracción de dientes dañados y a la posterior fase de implantología que se requiera.  Pero, no te alarmes: la piorrea también puede tratarse.

BRUXISMO. Esta afectación involuntaria es difícil de detectar, pero es más común de lo que se piensa. Lo importante es no saltarse nuestras revisiones, donde podrán detectarlo a tiempo. En muchas ocasiones, este conocido rechinar de dientes se debe a factores genéticos o a situaciones de estrés y se produce, casi siempre, al dormir. Para solucionarlo, se puede recurrir a la colocación, por la noche, de una férula que separe las arcadas dentales.

DIENTES DESCOLOCADOS. En muchas ocasiones por salud y por estética los pacientes buscan soluciones para conseguir una sonrisa equilibrada. En este caso, las propuestas, gracias a los avances actuales, pueden ser múltiples, desde brackets estéticos a correctores invisibles.

HALITOSIS. El mal olor de aliento también indica que puede haber una mala higiene bucodental o que existe alguna patología dental, como puede ser la periodontitis. En estos casos, se hace una limpieza profunda para eliminar el sarro existente y la placa bacteriana acumulada y, en ocasiones, también hace falta un curetaje.

LLAGAS O AFTAS. Es muy probable que hayas tenido llagas en la boca en más de una ocasión, pues es una de las enfermedades bucales más comunes. Se trata de unas lesiones fácilmente identificables por presentar una forma redonda y ser de color blanco. Resultan muy molestas, aunque no presentan un mayor riesgo para nuestra salud bucodental.

Habitualmente aparecen como consecuencia de algún objeto que roza con la mucosa de la boca, labio, interior de las mejillas o lengua o por habernos mordido accidentalmente. Las aftas no requieren de un tratamiento como tal, pues remiten por sí mismas al cabo de dos o tres días. Aun así, existen productos específicos de venta en farmacias que aceleran su curación.

CÁNCER DE BOCA. El cáncer oral o bucal tiene una incidencia anual en España de 6 a 13 casos por cada 100.000 hombres y de 1 a 2 casos por cada 100.000 mujeres, aproximadamente.

Sus síntomas pueden estar causados por enfermedades bucodentales mucho menos peligrosas, y es que a veces pueden coincidir. Aun así, no está de más saber cuáles son sus indicios para que estemos atentos:

  • Manchas extrañas en la cavidad oral: blancas, rojas o ambas.
  • Llagas en la boca o garganta que no se curan.
  • Dificultad para masticar o tragar.
  • Problemas de movilidad en la mandíbula y la lengua.
  • Bultos en la cara, cuello, mejillas, mandíbula, encías o lengua.
  • Complicación o cambio en el habla.
  • Pérdida de peso sin explicación aparente.

Pero recuerda que la forma más eficaz de saber si tenemos cáncer oral u otra patología bucal, es consultando en persona con nuestro médico o dentista.

Si usted toma el cuidado de su boca, ella va a tomar el cuidado de usted. No pase por alto algo simplemente porque esperas que vaya a desaparecer por sí sola. Haciendo caso omiso de un problema dental no hará sino exacerbar el problema, dando lugar a la putrefacción y, muy probablemente, a la cirugía.

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